Palabras del Lic. Manuel Echevarría para el catálogo de la Expo "Plaza Tomado", del pintor Félix Pestana

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Para quienes distienden sus energías intelectuales en el huero ejercicio de la crítica, estén o no dotados para semejante desempeño, eso de las influencias, las sagas y las apropiaciones se ha vuelto un lugar común que no pasa de moda; nos declaramos enemigos acérrimos de las etiquetas, pero siempre hallamos en algún resquicio de nuestras calenturientas mentes un parecido, un pelo o una seña imposible de obviar.
Dígame si no, qué sucede con los óleos que el diligente Pestana–tiene los Outlook Express, los yahooses y googles repletos de promoción- ha reunido para su muestra de cumpleaños en el Hotel Plaza de la ciudad.
Para empezar no me lo imagino husmeando de puntillas en las ventanas de don Oscar Fernández Morera queriendo robarle el misterio de los rincones coloniales, como para acusarlo de realista con visos de académico autodidacta –disculpen el dislate.
Lo que sí no deja de ser cierto es que mi amigo vive obsesionado con la captación de la luz envuelta en las veleidades que su naturalismo intuitivo le fue escamoteando a las propiedades físicas del color puro, y lo hace con mano diestra de creador experimentado.
También pudiera decirse que el uso de los valores, el matiz y la intensidad muestran a las claras un interés por explotar las cualidades emocionales del color para desarrollar un mensaje expresivo sin mucho apego por los volúmenes. Si no entendió estas últimas líneas, le garantizo que sugieren una excelente crítica.
Me parece que estoy acusando a Pestana de abrir el Modernismo en Sancti Spíritus y mejor me callo, porque, quién le quita lo baila´o a esas pinceladas impresionistas que están en la base de su producción.
Nada, que Félix Pestana es un tipo sinflictivo con el pincel o la espátula en una mano y en la otra la bandera de la Libertad conduciendo al pueblo al estilo de Delacroix; pero no,no,no… excusen tanta pedantería que soy enemigo del epigonismo, mas en ese paisaje longitudinal y enorme que encandila la pupila está la pincelada agresiva de los fauves, yo diría mejor que la Escuela de Paris casi completa. Sí, porque esas naturalezas muertas que emergen de los sueños me están oliendo a Daly y a Freud, al Picasso que sintetizó las vanguardias.
En realidad no quiero que me tachen de abogado del diablo, juro que Pestana no me insinuó una defensa tan pristina de su obra, por eso no puedo terminar estas líneas sin confesarles que la estética simbolista de Joseph Beuys respira en el concepto detrás de la forma que se adivina en cada lienzo, aunque lo reitero :soy enemigo de las influencias , las sagas y las apropiaciones.
Pestana es Pestana, único e irrepetible -perdonen el lugar común- y esta muestra es prueba de que su madurez creativa es esencial para verlo convertido en uno de los mejores y más originales paisajistas espirituanos. ¡Enhorabuena!

Lic. Manuel Echevarría
Periodista y crítico de arte